Fuimos, somos y seremos oficialistas

Ante el brutal ataque de las corporaciones, que de una u otra manera buscan desestabilizar al Gobierno popular, encabezado por nuestra amada y nunca bien ponderada presidente Cristina Fernández de Kirchner, este blog declara sin reservas su más profundo y orgulloso oficialismo.
Porque así hemos nacido y así viviremos: oficialistas, siempre del lado en que calienta el sol.
Si somos convocados a participar espontáneamente de un acto de apoyo al Gobierno, allí estaremos.
No haremos diferencia: cien o doscientos pesos es lo mismo; nuestra discreta mano tendida recibirá la suma que el puntero de turno haya determinado. Por supuesto, esto será antes de subir al ómnibus en el que recibiremos la vianda exclusivamente para tomar las fuerzas que nos permitan entonar las consignas. Si preguntáis qué consignas, la respuesta es obvia y simple: las que nos ordenen cantar.
Así nos uniremos a los prohombres, profetas de un país mejor que ponen lo mejor de sí para que el país salga adelante, como Luis D'Elía y Guillermo Moreno entre otros paladines de la democracia.
Estamos listos también para defenestrar a quienes han osado levantar su voz disidente exigiendo respeto a las instituciones y calidad institucional, cosas que no importa si están ya que la Reina que pone el rostro y el cuerpo para, sacrificadamente, sufrir la atadura de los hilos que llevan a una parte invisible del escenario donde El, el Gran Antecesor, mueve la aparente marioneta, que no es tal, sino alguien que ejerce su libre albedrío.
Así, los oligarcas han invadido las rutas, los pueblos, la ciudad; desde el campo se multiplican como plaga de langostas.
Pero su hora está próxima.
Ya lo dijo la Elegida el 25 de julio de 2008: "Podrá haber derrotas momentáneas, pero la historia la escriben los pueblos".
Gracias Cristina por mostrarnos el camino. No repites ningún vestido; todo está bien en la Argentina, que avanza a pasos agigantados sin inflación y con una pobreza que disminuye día a día. Que lo haga porque cada vez se mueren más pobres, es sólo un detalle que no empalidece tu glamorosa y fulgurante gestión, que quedará en los anales de la historia, aunque algunos malpensados digan que esto ocurrirá porque gobiernas como el ano. Alberto Auné